Cuando emprendemos un cambio grande en nuestras vidas como, por ejemplo, de carrera profesional, éste trae un montón de cambios, no solo profesionales sino también a nivel personal.
Algunos cambios son evidentes y esperables, ya que es lo que nosotros buscamos. Trabajar en un ámbito distinto al que veníamos desempeñándonos, adaptarnos a una dinámica de trabajo distinta, son algunos de los cambios que vamos a presenciar.
Sin embargo, hay algunos que son efectos secundarios como producto del cambio de carrera profesional que realizamos. La gran mayoría son cambios positivos, y es por ese motivo que quiero compartir mi propia experiencia con todos aquellos que quieren cambiar de carrera profesional, para que sepan qué otros beneficios obtendrán, más allá del cambio en sí:
Poder hacer lo que nos gusta
A veces estamos tan atrapados en la rutina de nuestro trabajo (y deudas) que no nos paramos a pensar si realmente nos gusta lo que estamos haciendo o no. Es muy común que, en algún momento de nuestras vidas, haya algo que no nos hace completamente felices y nos paremos a plantear si realmente estamos conformes con lo que hacemos.
Poder trabajar en un campo que nos gusta y nos apasiona hace que el trabajo sea más llevadero. Poder disfrutar de lo que hacemos y, encima, recibir una paga por ello, siempre es mejor que la alternativa.
Mejora anímica
Como consecuencia de hacer lo que nos gusta, como ya dijimos, nuestro trabajo se vuelve más entretenido y disfrutable. Esto hace que nuestro estado general de ánimo mejore considerablemente. Levantarnos por la mañana con el peso sobre nuestras espaldas de que tenemos que ir a trabajar se hace menos frecuente y, con suerte, desaparece por completo.
Mejora en mis relaciones familiares
Estar en paz con mi mente y en mejor estado de ánimo no solo trajo una mejora en el plano laboral, sino que hizo mejorar la relación con mi familia. Creo que la principal razón tiene que ver con el hecho de que, al estar a gusto con el trabajo, termino mi jornada laboral de mejor humor, y entonces puedo dedicarle a mi familia el tiempo que se merecen (que nos merecemos). Esta es el área en la que más me afectó, pero también se aplica absolutamente con el plano de amistades y vida social en general.
Aumento de autoestima
Como suma de todo lo anterior, mi autoestima también se vio aumentada. Haber podido cambiar de carrera profesional pese a un gran síndrome del impostor que me persiguió durante años, me ayudó a estar más confiado de mis habilidades y creer más en lo que soy capaz de hacer. Siento que no hay desafío imposible. Habrá desafíos más o menos difíciles, pero todos son “enfrentables”.
Fortalecimiento del carácter
Como consecuencia de este aumento de autoestima y seguridad, me tengo prohibido rechazar oportunidades sin antes evaluarlar. No le digo “no” a ninguna oportunidad de entrada. Eso hizo que pudiera conocer oportunidades que, de otra manera, las hubiera pasado por alto, y así aprovecharlas y seguir mejorando.
Nació un nuevo yo
Quizá suene demasiado lírico, pero todas estas mejoras, sumado al cambio de carrera profesional en sí, hacen que uno pueda reinventarse, y pasar de ser una persona insegura, infeliz, angustiada a una persona segura de sí misma, confiada y siempre dispuesta a explorar nuevas oportunidades.
Un cambio de esta magnitud produce modificaciones en nuestro caracter que nos pueden movilizar mucho. Pero no se asusten, que del otro lado del túnel la cosa se pone mucho mejor.
Si llegaste hasta acá, gracias por leer!
Si algo de esto les resuena, sienten que están pasando por esta fase, o sienten que quisieran cambiar de carrera profesional y les apasiona la Inteligencia Artificial, los invito a que me contactes por cualquier duda o sugerencia que tengas. Siempre estoy dispuesto a hablar y ayudar. Es parte de mi “nuevo yo”.